1)   ¡Engrasa la cadena!

De forma ideal, se debería engrasar la cadena cada 50 horas de uso (o semanalmente para los usuarios institucionales). Compra en nuestra tienda el aceite cadena o consíguelo en cualquier ferretería.

Echa una cucharilla de aceite en una toalla de papel. Frota el papel humedecido de aceite por toda la longitud de la cadena. Seca el exceso de aceite. Repite la operación si fuera necesario. Puede que resulte de ayuda tener a alguien que tire de la empuñadura mientras engrasas la cadena.

2)   Limpia la rejilla perforada

La rejilla perforada que cubre la rueda del ventilador tiende a acumular polvo y suciedad con el paso del tiempo. Si se descuida, puede afectar al rendimiento de la máquina y al Drag Factor (factor de resistencia).

Quita la cubierta del ventilador soltando los tornillos y limpia el interior de polvo y particulas.

3)   Comprueba la goma

Si la empuñadura no regresa por sí misma todo el camino de vuelta hasta el brazo del monitor, la goma debe ser reemplazada.

4)   Comprueba la empuñadura

Si la empuñadura está gastada, es fácilmente reemplazable.

5)   Comprueba el monitor

¿Se enciende en cuanto das una palada? ¿Y cuando pulsas el botón I/O? Si no lo hace, probablemente necesite un cambio de pilas. Verifica periódicamente el estado de las pilas, si éstas se sulfatan pueden acortar la vida del monitor.

Si quieres tener lo último en tu monitor, actualiza el firmware pinchando aquí.

6)   Controla y limpia el monorraíl y los rodillos del asiento

Límpialos con un paño húmedo o con un trapo suave y limpia cristales.